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El FC Barcelona inicia esta noche otro reto maravilloso: el asalto a la final de la Champions League. Desde que en 1993 se estrenara este modelo de competición, precisamente un año después de conquistar en Wembley su primera Copa de Europa, ningún club del continente ha sido capaz de levantarla dos veces de forma consecutiva.Una posibilidad que, ahora, sólo está al alcance del Barça de Pep Guardiola. Antes de llegar a la final de Madrid el 22 de mayo y poder aspirar a ganarla, le queda un duro hueso que roer: el Inter de Milán. Aunque ya le derrotara 2-0 en el Camp Nou en la liguilla de la primera fase, y empatara a cero en el Giuseppe Meazza, cada encuentro es una historia diferente. Tan cierto como que la liturgia futbolística está del lado del Barça.Primero, porque Milán se le da bien. En 1996, fue en este estadio donde derrotó 0-1 al Milan, con aquel gol de Giuly que encarriló la clasificación para después derrotar al Arsenal de Cesc y Henry en París.Y segundo, porque este Barça de Guardiola exhibe una credibilidad futbolística extraordinaria. Como saben, el sábado pasado empató sin goles ante el Espanyol en la Liga. Pues bien, desde que Pep es entrenador de este equipo, sólo una vez ha estado el Barça dos partidos seguidos sin hacer un gol. Y ha llovido, porque fue en agosto de 2008 cuando el equipo se midió al Wisla de Cracovia con la clasificación en el bolsillo al haber ganado en el Camp Nou 4-0. Allí, en Polonia, el equipo cayó 1-0. A su regreso se midió al Numancia en la primera jornada de Liga y perdió por idéntico resultado. Desde entonces, nunca más ha vuelto a suceder. Un registro asombroso, como también lo es que jamás nadie ha logrado ganarle por más de dos goles de diferencia.Será, por lo tanto, una noche para volver a confiar en el Barça, porque se lo merece. Un choque de reencuentros, donde José Mourinho volverá a cruzarse en la vida del que fue su club, como el de Motta y el de Eto’o, lo que le confiere al duelo un morbo especial, de la misma forma que Zlatan Ibrahimovic podrá regresar a su casa.Ocurra lo que ocurra esta noche en la catedral nerazzurra, siempre quedará el Camp Nou. Por eso, para poder afrontarla con tranquilidad, el Barça intentará poner un pie y medio en el Bernabéu. La clave estará en marcar un gol, que en Europa siempre suma mucho. No hay prisas, no hay urgencia, son noventa minutos para jugarlos con pasión y entrega, pero también con cabeza. Y de eso saben mucho los jugadores del Barça.